jueves, 31 de mayo de 2007

Las mujeres y "las niñitas"


Nunca he sabido si esa subestimación sexual de la mujer de treinta por esos seres que ellas llaman “niñitas” (mujeres de 18 y sus alrededores), es una convicción ferrea o una forma sutil de desacreditar nuestros ímpetus sexuales hacia este grupo.

Nadie sabe más que nosotros, en esas conversaciones con amigos... No, perdón: Con “amigos-amigos”, los trastornos hormonales y de sueño que pueden provocar algunas pre-ninfas en el cerebro Tobiano. Es que tampoco uno se va a arriesgar así como así a que lo tachen de pedófilo.

Gracias al trabajo de años del matriarcado los hombres hoy no podemos proferir la más mínima expresión de que los 18 y sus alrededores (para abajo sobre todo) es una gran edad femenina. Claro, las viejas ponen el grito en el cielo y se olvidan que a los 17 ya tenian 2 cabros chicos y habían perdido otro de polio. Es decir, se olvidan a propósito. Es mejor hacernos pensar que si consideramos ese grupo como parte del mercado somos unos parafílicos degenerados. Oye, yo he escuchado a mujeres de 30 llamando “niñitas” a otras de 25!!!!

Solo en la complicidad de la profunda amistad tobiana y generalmente de la conversación entorno a un buen tinto o unas cervezas uno puede oír esas declaraciones y desahogos: “Gueon, mi señora tiene una sobrina que me tiene enfermo”, “la hija de mi vecina esta de pelos compadre”, “vi una pendeja en el metro…uffff!!!”, “la hija de mi novia me tiene complicadito…” De hecho aquellos que tenemos pequeñas hijas, no nos preocupa del futuro los hijos de nuestros amigos. Nos preocupan nuestros propios amigos. Pero bueno, ley pareja no es dura.

Sabemos que el fenómeno de “Lolita” no es algo que hayamos inventado nosotros en esta generación. Antes de que Vladimir Novokov nos golpeara con “Lolita” en 1948, Mario Donato ya había escrito la historia en que se basó la exquisita producción brasileña “Presencia de Anita”, que nos mantenía a muchos despiertos y tiesos hasta tarde. Como olvidar "Echale la culpa a Rio" con un maduro Michael Caine cayendo baboso frente a una puber Demi Moore. Grandes escritores y directores. Nos tranquilizaron. No estamos enfermos.

Y claro, hay que hacer la salvedad, antes que alguien no quiera colocar el cartel de pederasta, que para nosotros la inmensa mayoría de las ninfas que rasguñan el mayorazgo de edad por abajo nos parecen unas niñas. Si quieren ponerse estadísticos carriliemosnos con que el 98% de ellas son indiferentes a nuestra glándula hipofisiaria.

El problema, compañeros, es ese maldito 2%.

Saludos y honores a todo los profesores de enseñanza media del país. No por nada en una revista de papel couche el cuarto lugar de las más deseadas lo ocupo en algún momento nuestra pinguina revolucionaria María Jesús Sanhueza. Menejo comunicacional para desperfilarla o no, la cosa era así no más. Nos pasaban cosas con la lola.

Y así vivimos, conteniéndonos, tornando declaraciones que podrían haber sido fuego lírico puro en ridículas expresiones de escape del libido: “Uuuuy que esta grande tu niñita” “pero si ya es una mujercita!!” a una pre-dieciochera que tenía todo el talento y el cutis para mandar nuestro matrimonio a la punta del cerro ahi mismo!!.

Y claro con tanta reforma educacional y talleres de argumentación no es raro que más encima uno se de cuenta que conversar con algunas de ellas es harto más agradable y racional que con un montón de treintonas esotéricas neuróticas, que jamás van a darnos el gusto de declarar el pánico que sienten ante estas “niñitas”.


La cosa está complicada compañeros. Por eso, cuando la situación comience a ir un poco más allá de solo mirar y pasarse películas. Cuando ya comience el intercambio epistolar electrónico, cuando empiece el insomnio, los mensajes al celular, recuerden que para esta sociedad matriarcal va ser abuso, y los reos al servicio de este concepto los van a estar esperando con una larga y dura recepción en el penal. Porque para que estamos con cosas, si hay algo que contiene nuestro ímpetu de no irnos a la tumba sin ese “gustito” no es la biblia ni los votos nupciales, es la Ley. Ninguna otra cosa.

Asi que mujeres, tomen nota y empiecen a acordarse donde guardaron el jumper porque el tema es para largo. El "viejo verde" es una ridiculización del eterno fuego amador que como sentenció Francisco de Quevedo, irá incluso más allá de la muerte convertido en polvo enamorado. Porque como dice el tema de José María Peñaranda:

“Se acaba la papa, se acaba el maíz
Se acaban los mangos, se acaban los tomates
Se acaba la sandia, se acaban los melones
Se acaba la ciruela, también el aguacate

Y la cosecha se mujeres, nunca se acaba!!!!!!”


Tobi

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